Pájaros volando alto, sabes cómo me siento
Entonada a capella, esta imagen universal de la libertad popularizó de inmediato la canción, cuando la gran Nina Simone, con el poder de su voz, la elevó a interpretación eterna. Tal fue la fuerza de ese batir de alas que, curiosamente, la mayoría de versiones posteriores remiten a la suya más que a la original.
Sol en el cielo, sabes cómo me siento
Una de las grandes canciones de todos los tiempos nos habla de la grandeza; al notarla y corresponderla, nos vuelve optimistas de inmediato.
La brisa a la deriva, ya sabes cómo me siento
¿Se agradece lo impredecible también? ¿Agradecerá la propia canción la deriva que la condujo a océanos inimaginables? Cuando en 1965 Anthony Newley y Leslie Bricusse la escribieron para el musical The Roar of the Greasepaint – The Smell of the Crowd, muy difícilmente podrían haber profetizado el éxito y transformación de su creación.
Es un nuevo amanecer
Es un nuevo día
Es una nueva vida para mí, sí
¡Es un nuevo amanecer para la emancipación racial! ¡Es un nuevo día en la lucha contra la discriminación! ¡Es una nueva vida para cada persona oprimida!
En este punto ha adquirido, al continuar sin acompañamiento, solemnidad.
Es un nuevo amanecer
Es un nuevo día
Es una nueva vida para mí, oh
¡Rebeldía pura en ostinato! Pero antes de alzar el grito de guerra, este credo debe repetirse a sí mismo, para no olvidar la razón ni el valor.

Y me siento genial
Ahora el acompañamiento también se une a la rebelión. Termina la contención y, en cadenciosa melodía, entra la orquesta/big band con la fuerza de los metales, la percusión y el bajo. Es un gran clímax, contundente, tan liberador que cada escucha es invitado al movimiento, pues la primera etapa de la resurrección es el contoneo del cuerpo.
Los peces en el mar, ya sabes cómo me siento
El río fluye libre, ya sabes cómo me siento
Las flores en los árboles, ya sabes cómo me siento
La naturaleza es el refugio primario de la humanidad: los peces, ríos y flores no pueden ser arrebatados a nadie. El derecho a sentirse vivo no puede ser transgredido.
Es un nuevo amanecer
Es un nuevo día
Es una nueva vida para mí
Y me siento genial
Despierta la esperanza que se creía extinta al descubrir este presente que abraza un amanecer propio.
En ese acompañamiento destaca un tema descendente, que se repite. La voz parece ahora un contrapunto. Esta es la exposición de la primera parte de la pieza.
La libélula al sol
Ya sabes lo que quiero decir, ¿verdad?
Las mariposas se divierten, ya sabes lo que quiero decir
Duermo en paz cuando termina el día, eso es lo que quiero decir
El alma no obedece a los poderosos: duerme más en paz quien puede tomar el sol como libélula y divertirse como mariposa, que aquel que acumuló bienes violentando a su hermano.
Comienza el piano, primero como acordes, después haciendo escalas y arpegios, hasta cantar con Simone y también solo.

Y este mundo es un mundo nuevo
Y un mundo lleno de esperanza para mí, sí, sí
Es un mundo nuevo para este canto, cada vez que ha sido interpretado desde su primer intérprete, Cy Grant, hasta su profeta, Nina Simone. De Michael Bublé a Muse, de George Michael a Avicii, pasando por Andrea Motis, Adam Lambert o The Pussycat Dolls: cada versión con su propio estilo.
El blues rompió las diferencias de color pintando de iridiscencia la música;
el rock gritó lo que antes se cantaba y lloró en las cuerdas de la guitarra eléctrica y en el lamento del bajo;
la música electrónica emprendió su viaje sonoro futurista.
Ningún género se resistió a esta canción.
Regresa el tema descendente que presentaran los metales…
Las estrellas brillan, ya sabes cómo me siento
El aroma del pino, ya sabes cómo me siento
Las estrellas brillan e, inmortales entre ellas, Newley y Bricusse, creadores de la canción, y la gran Simone: destilando por siempre el aroma de la libertad.
¡Oh, la libertad es mía!
Y sé cómo me siento
Es un nuevo amanecer
Es un nuevo día
Es una nueva vida para mí
¡Me siento genial!



