LA PESTE DEL ODIO

¡Malditos!, son las seis de la mañana y ya iniciaron con su escándalo. Pero hoy renuncio; no me levantaré, aunque aúllen y ladren como bestias que son. ¿No se cansan de andar como idiotas poseídos? Ayer dormí mucho después de mis oraciones, esperando a los últimos y, más tarde, los ruidos de casa; lo que […]